Jardín de ilusiones rotas es un poema que nunca escribí, pero siempre estuvo en mi cabeza. Fue tanta la tristeza, que no pude plasmarlo en el papel en su momento y se quedó siendo una idea.
Han pasado varios años y ese jardín sigue en mi mente, es allí donde me escondo a pensar, es allí donde nace mi arte.

martes, 21 de mayo de 2013

Voces


¿Te ha pasado alguna vez,  que estando en tu casa una voz te llama? ¿Te diriges al más cercano pero él no te ha llamado?
-Antonio…Antonio…Antooonio.
-¿Me llamas?-. Preguntaba Antonio a su hermana.
-No, no te he llamado-. Respondía ella y Antonio volvía a su habitación.
Isabella caminaba por la calle pateando una piedrecilla. Al llegar al parque se sentaba en el pasto y sacaba un libro.
Antonio recostado en su cama también leía.
-Antonio….Antonio, ¿Dónde estás?
-¿Qué pasa?
-¿Qué pasa con qué?-. Preguntaba su hermana.
-Pensé que me llamabas.
- Pues no, no te he llamado.
Isabella de pie bajo la ducha camuflaba sus lágrimas con el agua misma.
-Antonio, Antonio, ¿Cuántas veces debo llamarte para que al fin escuches mi voz? Antonio…Antonio.
Antonio abría los ojos y se quedaba mirando el techo.
-Antonio, Antonio.
Salía de su habitación y su hermana no estaba en casa.
-Antonio, Antonio.
El gato lo miraba. Antonio miraba al gato y luego lo acariciaba.
Isabella leía mucho y escribía sin parar. Una vez se fue a dormir y no volvió a despertar.  Sus cartas llegaron a Antonio y llenaron su habitación.
-Antonio, Antonio…Antooonio
Antonio ya no pregunta, pues sabe que es ella, Isabella quien le llama.


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