El
despertador empieza a sonar, abro los ojos, los vuelvo a cerrar.
Quiero
soñar, quiero dormir y no despertar.
Pasados
unos minutos el despertador suena de nuevo.
Me
levanto, lo apago y me acuesto.
Por
tercera vez suena el aparato, me desarropo, me siento en el borde de la cama y
miro sin mirar. Luego parpadeo y me vuelvo a arropar.
Escucho
el ruido afuera, no me quiero levantar.
Los
parpados me pesan, la vida en sí me pesa.
Ha
pasado mucho tiempo, finalmente me pongo de pie y mi vista se nubla.
Me
llaman a comer, el desayuno está puesto. No tengo hambre pero me siento, tomo
un bocado, miro mi plato, miro a otro lado, tomo otro bocado.
Cuánto
tiempo voy a demorarme en esto, cuánto tardaré comiendo.
Cuánto
tardaré viviendo.
No
me gusta lo que como y tampoco quiero cocinar. En algún tiempo lo hice pero ya
no quiero hacerlo. Entonces me toca aguantar y comer de lo que hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario