Jardín de ilusiones rotas es un poema que nunca escribí, pero siempre estuvo en mi cabeza. Fue tanta la tristeza, que no pude plasmarlo en el papel en su momento y se quedó siendo una idea.
Han pasado varios años y ese jardín sigue en mi mente, es allí donde me escondo a pensar, es allí donde nace mi arte.

viernes, 1 de marzo de 2013

Disputas de Orquesta

Condiciones:

1. No hay más personajes que A, B y C.
2. Historia corta de escena única
3.  A y B son compañeros laborales y están reunidos planeando una conspiración
4. C es el jefe de ambos
5. A, B y C están en el mismo espacio pero C está presente en un tiempo diferente (antes o después de la reunión de A y B)
6. C monologa, dirigiendo su discurso al público como audiencia ficcionalizada
7. El monólogo de C y el diálogo de A y B deben ser complementarios
8. Ninguno de los tres personajes está armado

Resultado



Lugar: Salón de Ensayo

La reunión entre Emiliano y Adela se lleva a cabo después del ensayo con Alberto.


Emiliano: ¡Estoy harto de que Alberto nos trate así!
Adela: Es que no tiene derecho a hablarnos de esa manera.
Alberto: Ustedes son los peores músicos de la historia, como es posible que no toquen bien esa partitura. ¿Es que acaso no pueden leer lo que está escrito? Eso lo tocan los niños de transición en mi pueblo.
Emiliano: Ahora sí creo que deberían cambiarlo, ya me tiene hasta el tope.
Adela: A mí nadie me había hablado de esa manera. Y eso que llevo mucho tiempo tocando la flauta, pero ningún director había sido tan agresivo.
Alberto: ¡Nooo! es que yo ya no sé qué más hacer. Se la pasan ensayando para tocar así. Esos violines están desafinados, los vientos van por su lado, no sé qué les pasa a los cellos  y ni se diga del piano, porque ni sé que está tocando. Toquen bien o si no ¡no toquen!
Emiliano: Además yo toco lo que está escrito. Y si piensa que toco mal el piano, será porque él dirige mal la orquesta.
Adela: ¡Sí! Aparte yo ensayo he ensayado mucho como para que me venga a tratar así. Puede ser el director y todo lo que quiera, pero a la gente se le habla bien.
Alberto: ¡Ahh! Y por ahí hay una señorita en las flautas que se ganaría un premio a la mejor composición; pero como aquí no se trata de componer sino de tocar lo que está escrito. Toquen bien o si no, no toquen y punto.
Emiliano: Tenemos que hacer algo para que se vaya.
Adela: ¡Síii! Es necesario
Emiliano: ¿Pero que podríamos hacer?
Adela: Podríamos rebelarnos, como en aquella película de Fellini.
Emiliano: ¿Cuál película?
Adela: Ensayo de orquesta
Emiliano: ¡Ahh ya! Esa en la que el director es un viejo regañón como Alberto y se forma un tropel en la iglesia donde ensayan.
Adela: ¡Siii! esa misma, en la que están entrevistando a los músicos, quienes después se amotinan contra el director. Así mismo deberíamos amotinarnos contra Alberto.
Alberto: ¿Saben qué?, lo que yo quiero es que ustedes ensayen, pero que ensayen enserio. Que dejen de ser tan malos, de verdad, es que así no se puede. Yo no los puedo llevar a ninguna presentación si siguen tocando así de mal. Toquen bien, toquen lo que está escrito, no se pongan a inventar. Ustedes escogieron esto como su opción de vida y tienen que trabajar por ello. Entonces por qué no ensayan, ahh. ¡Ensayen! Lean lo que está escrito y mírenme, porque es que si no me miran, entonces a qué estamos jugando. Yo indiqué silencio y algunos seguían tocando, mírenme porque si no, no vamos para ningún lado.  No están tocando solos, esto es una orquesta y yo los dirijo, así que mírenme entonces.
Emiliano: Bueno hay que reconocer que se pasó, pero en esa película al final se reconciliaron ¿no? 
Adela: Pues sí. Tal vez si lo hablamos con él, si le décimos que deje de gritarnos, que tenga un poco más de tacto.
Emiliano: Puede ser, pero eso sí, debemos dejarle muy claro que estamos cansados de que nos trate mal y que así no se puede.
Adela: Sí, tenemos que decírselo. Ensayaremos más pero también que nos trate mejor.
Emiliano: Me parece bien. Entonces hablemos con él de una vez por todas.
Adela: Bueno vamos.
Alberto: Bueno, por último les insisto que sigan ensayando, pero no perdamos más el tiempo. Desde arriba, un dos…..

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